viernes, 30 de noviembre de 2012

Proyecto del litio, no es cosa de la varita mágica

Algo innegable es que el proyecto de explotar los recursos evaporíticos en nuestros grandes yacimientos tanto del salar de Uyuni en Potosí y el de Coipasa en Oruro, están marchando con algunas dificultades propias del ingreso sin experiencia previa a un negocio de envergadura en el que la competencia nos lleva muchos años de ventaja y por tanto superaron ya esa fase de cuantificación real y objetiva del potencial de las reservas y la aplicación de tecnologías muy apropiadas a las condiciones de cada yacimiento, pues no es lo mismo explotar litio en Chile, como sucede en la Argentina y que en Bolivia, tendrá también su propia tecnología.

En alguna otra nota de nuestro suplemento minero hicimos referencia al tiempo que necesitan los grandes emprendimientos mineros para consolidarse en su verdadera fase productiva luego de haber preparado terreno, infraestructura técnica, habitacional, administrativa, además adecuación de servicios sociales para trabajadores, empleados y hasta para los vecinos del entorno minero, lo que demanda varias gestiones y sólo con perseverancia y adecuado suministro financiero y técnico se logra consolidar la etapa práctica y rentable del proyecto.

En el caso del litio puede recordarse un intento de hace años atrás que no avanzó por la resistencia cívica de los potosinos, al rechazar un primer convenio alentado por el gobierno de Jaime Paz Zamora. La empresa que no pudo trabajar en Bolivia, se trasladó a la Argentina y allí realizó su proyecto, vigente por muchos años. Lo importante es que en la actualidad hay consenso para encarar la explotación del gigante reservorio de litio en los salares y llegar a la industrialización diversificada de productos, no sólo de baterías de litio ión, sino también de una interesante gama de fertilizantes y materiales para uso en productos de limpieza.

Hay mucho por hacer, hay materia prima en gran cantidad, se asegura que no faltará un adecuado y oportuno financiamiento, entonces sólo falta definir la estrategia más apropiada y la manera de su desarrollo, utilizando la iniciativa de técnicos bolivianos y la experiencia de profesionales asiáticos, aunque aún no es posible definir si serán japoneses, chinos o coreanos. De momento y por así decirlo, representantes de esos tres países, "ya metieron la mano" de algún modo en el proyecto de explotar las salmueras, obtener carbonato de litio y convertirlo en baterías para los modernos autos eléctricos que se fabrican por miles y en una competencia despiadada que obliga a tomar previsiones.

Precisamente esa es la parte que se aprovechará en nuestro país… y hay que decirlo sin ningún problema pues se trata de un proceso competitivo en el que ojalá salga beneficiado el país cuyas ventajas técnicas, experiencia y transferencia tecnológica se adecue a nuestras necesidades, consiguientemente, se espera que nuestros profesionales asuman con la mayor responsabilidad, la elección del o los socios estratégicos para avanzar en el proyecto litio.

Lo importante es recordar que el mega proyecto del litio en Bolivia, no es cuestión de una "varita mágica", pero tampoco puede permitirse un avance de muchas pruebas y pocas cosas prácticas, hay necesidad de establecer con claridad meridiana, una política minera, que garantice desarrollar los grandes proyectos mineros, no sólo el litio, también el mutún, el cobre y otros minerales Medios-PM-Agencia Uru.-

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