lunes, 22 de diciembre de 2014

Video La producción de sal, un oficio en Colchani

"Es nuestra única fuente de ingreso", señala Juan Calisaya, un productor de sal de Colchani mientras explica el proceso de producción de este insumo culinario. Esta es una comunidad que alberga aproximadamente a 30 familias que se dedican al oficio en el Salar de Uyuni y está a unos 20 kilómetros del centro del municipio.

Una carretilla y una pala se constituyen en las herramientas principales para iniciar el proceso de producción de la sal. En el blanco infinito, pequeños montículos se van formando para acompañar la reserva de sal más grande del mundo.

La sal extraída posteriormente es trasladada hasta unos pequeños hornos artesanales que funcionan a leña donde se seca este producto. "Lo acumulamos ahí afuera, también con el sol va secando, porque viene del Salar chorreando de agua y acá más consumiría la leña", indica Calisaya.

Desde 1986 se adhirió el yodo como un componente esencial en este producto para evitar enfermedades como el bocio en los consumidores, por esta razón el siguiente paso es añadir este ingrediente en la sal.

En un pequeño molino que funciona en base a gasolina se afina la sal bruta que anteriormente fue secada y pasó por un proceso de yodación para que finalmente sea embolsada.

Réditos

Según Calisaya se trata de un oficio que deja muy pocos réditos debido a la competencia que existe en el sector.

"No hay ingresos, por eso explicamos acá (…) porque la sal en Bolivia está totalmente lleno porque tenemos dos salares grandes, el salar de Uyuni y el de Coipasa, por eso la competencia", sostuvo Calisaya.

En Colchani, la sal es comercializada en cantidades grandes, una bolsa que contiene 14 kilos alcanza un precio de 14 bolivianos y al día se logra producir 5 mil kilos.

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