Tweet
El yodo que es un elemento importante en la sal de consumo humano, bajo ciertas condiciones de mal manejo se evapora, y el producto puede causar daños en el organismo. Por ello las autoridades advierten a los comerciantes a ofrecer mejores condiciones en sus almacenes y piden a la población prestar atención en la calidad del producto y la fecha de vencimiento. El municipio señala que los controles son frecuentes, sin embargo los vendedores incurren en la falta.
El yodo de la sal se evapora. En las afueras del mercado La Ramada, zona del tercer anillo externo, se encuentran varios almacenes que guardan sal para el consumo humano y animal, además de cereales y maíz. Lo que llama la atención es la condición en que lo hacen, pues no se trata de galpones adecuados, con la ventilación y protección que estos productos comestibles demandan. La sal es un producto delicado, que debe mantener cierto grado de humedad y no estar expuesto directamente al sol, pues pierde sus condiciones de sal yodada, y consumirla en estas condiciones puede ser causa de daños en el organismo e incidir en la formación de bocio.
“La sal no debe estar afectada por la humedad, pues el yodo se evapora”, explica la ingeniera Kathia Soto, encargada del laboratorio municipal de bromatología, que realizan los exámenes de las muestras que los inspectores municipales toman en sus controles. “Un depósito de comestibles debe estar aislado de la humedad y no exceder los 30 grados en su interior”, agrega Soto, que añade que además, se deben colocar sobre pisos de madera, de ser posible, para que no esté en contacto directo con el piso.
Desconocen cómo manejar los alimentos. “La alcaldía viene de vez en cuando, pero nunca me han observado nada, tengo patente y permiso de funcionamiento”, comento Juan René Banegas, que acopia sal para el consumo humano, y esta es apilada junto a la sal que se da a los animales. Su depósito es el patio delantero de una casa, en el garaje y pasillo se almacenan varios productos comestibles, entre ellos la sal. “Nunca me han dicho cómo debo guardar la sal”, agregó Banegas.
Lo mismo sucede en otros depósitos vecinos a este, donde los productos están apostados sobre el piso, sin una plataforma que los aísle de la humedad, roedores o insectos. “No creo que haya algo malo en cómo guardamos la sal”, respondió al ser consultado Ricky Escobar, que administra su negocio que es familiar.
Controles y toma de muestra. Willie Quispe encargado muncipal de velar por el cuidado de los alimentos de consumo humano, indica que realizan controles y se toman muestras para conocer en que condiciones están los alimentos, "la pruebas de laboratorio determinan la calidad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario