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La falta de tecnología es el principal obstáculo que enfrenta el proyecto de industrialización de litio y que éste no avance con mayor rapidez , coincidieron ayer analistas sobre el retraso de la estrategia hasta 2016.
El asesor de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) José Pimentel confirmó el lunes el retraso en la industrialización del litio hasta 2016, porque el país no tiene recursos humanos ni la tecnología para encarar la tarea. La oficina de prensa de la gerencia de Recursos Evaporíticos comprometió una entrevista con este medio para hacer puntualizaciones sobre el proyecto, pero no ésta no se hizo.
El analista Rolando Jordán explicó que el litio es un producto dominado por un oligopolio de pocas empresas y son las que controlan la tecnología para desarrollar su industrialización.
“El poder de ellos radica en el control de la tecnología. Desarrollan estrategias de integración vertical. Quiere decir que es la misma empresa la que produce la materia prima y los productos terminados”, precisó.
Añadió que ingresar al mercado con pruebas de laboratorio, como hace el Gobierno con la planta piloto, es utópico. “Con plantas tipo laboratorio no se va a desarrollar tecnología alguna”, remarcó.
El analista Carlos Sandy coincide en que el retraso en el proceso de industrialización se debe a un tema tecnológico. “Al parecer no dará resultado porque es difícil que las grandes transnacionales que poseen la tecnología (para explotar estos recursos) vayan a transferir su conocimiento”, señaló. Sugirió al Gobierno establecer alianzas con empresas que tengan la técnica.
Juan Carlos Zuleta, experto en litio, en una entrevista con ERBOL, señaló que el Gobierno en los primeros 16 meses del proyecto se dedicó a replicar los procesos descubiertos en Chile.
Posteriormente se dio cuenta de que no funcionaba e intentó cambiar las cosas, pero faltan recursos humanos y tecnología.
Para salvar el proyecto propone que se contrate a especialistas en distintas áreas que luego capaciten a otros y formar una empresa de alto nivel.
El segundo camino es aplicar un mecanismo similar a los servicios en hidrocarburos. “Se puede convocar a las empresas interesadas en producir el litio de las salmueras bajo nuestra conducción. Uno les reconoce por su trabajo y eventualmente se pueda llegar a un acuerdo de los resultados”, detalló.
El Gobierno impulsó la Estrategia Nacional de Industrialización de los Evaporíticos, con tres fases. La primera con instalación de una planta piloto de más de 17 millones de dólares para producir 40 toneladas mensuales de carbonato de litio y mil toneladas de cloruro de potasio.
Para la segunda fase con una inversión de 485 millones de dólares se planificó la puesta en marcha de una planta industrial con capacidad de 700 mil toneladas anuales de cloruro de potasio. La factoría debía estar lista el último trimestre de este año, con una producción de 200 mil toneladas anuales y 30.000 toneladas de carbonato de litio a fines de 2014. La tercera fase es la producción de electrodos, electrolitos y baterías secundarias de litio para vehículos. Esta etapa depende de acuerdos con proveedores de tecnología.
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