martes, 9 de julio de 2013

Gobierno se contradice sobre la planta de cátodos de litio

Existen contradicciones en el Gobierno respecto al objetivo del acuerdo para implementar la planta de cátodos de litio, firmado en 2012 con la empresa coreana Kores.

En marzo del año pasado, en la firma del contrato, el Gobierno explicó que se trataba de implementar una fábrica, ahora señala que se trata de un centro de investigación.

El domingo pasado, en declaración a los medios estatales, el gerente nacional de Recursos Evaporíticos, Luis Alberto Echazú, al explicar las razones que originaron el retraso del proyecto, que debió estar listo para este año, señaló que los funcionarios estatales que revisan el acuerdo no entendían que no se trataba de una planta para fabricación, sino de una planta para investigación.

Sin embargo, en el acto para la firma del convenio, se informó que se trataba de un acuerdo para invertir 1,5 millones de dólares en el diseño y la instalación de una planta piloto de fabricación de cátodos de litio, cuyo funcionamiento estaba previsto para finales de 2013.

Echazú dijo entonces que la planta serviría para analizar la tecnología, el mercado, las dimensiones y la calidad del producto que industrializará el país. En declaraciones recogidas por el matutino Página Siete dijo que “(...) el acuerdo va más allá; establece que al finalizar esta fase —de año y medio—, a finales de 2013, escogeríamos la tecnología con un proyecto a diseño final para el establecimiento de una planta industrial de cátodos de litio”, explicó. Por tanto, el acuerdo con Kores tenía como fin último la implementación de una fábrica.

Para el experto en la economía del litio Juan Carlos Zuleta, resulta “curioso” que, más de un año después, Echazú declare que no se trataba de una fábrica, sino de un centro de investigación.

Para Zuleta, el verdadero motivo de la paralización del acuerdo se remonta a lo ocurrido con la entrega de salmueras de Uyuni a varias potencias mundiales con fines de investigación.

La única que respondió fue Corea del Sur, señalando que había determinado, a partir de las muestras, que era posible producir cátodos de litio. Pero antes de dar cuenta de su investigación ya había patentado el descubrimiento y quiso cobrar al Gobierno por el estudio.

El Gobierno habría rehusado el pago, pero las negociaciones para el acuerdo de 2012 con Kores condicionaban la firma de un segundo acuerdo en el que el Gobierno debía reconocer el pago de patentes, algo a lo que finalmente el Gobierno aún no accedió, lo que habría ocasionado el retraso del proyecto.

Zuleta citó información contenida en un sitio surcoreano que señala que, a pesar de la firma del acuerdo, uno de los puntos de desencuentro que frenaron su puesta en marcha fue la negativa del Gobierno boliviano a pagar por las patentes surcoreanas.

Para Zuleta, el tema de fondo es la “absoluta falta de transparencia” sobre el tema, pues “nadie tiene acceso al acuerdo” ni a ningún documento o estudio relacionado con la industrialización del litio y, en todo caso, lo que correspondería es hacer una auditoría a los documentos.

Antecedentes

• “Este es un acuerdo de largo plazo para establecer una asociación de una planta industrial de cátodos; empieza con una planta piloto que servirá para escoger la tecnología que se adoptará en la planta industrial”, explicó el gerente nacional de Recursos Evaporíticos de la Comibol, Luis Alberto Echazú, en la firma del acuerdo, en marzo de 2012.

• “El acuerdo permitirá a Kores-Posco y Bolivia implementar una planta piloto para la fabricación de cátodos de litio (...)”, sostuvo el ministro de Minería, Mario Virreira, durante la firma del convenio, citado por el matutino Cambio.

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