domingo, 28 de julio de 2013

Juan Carlos Zuleta, analista de la economía e industria del litio “La industrialización es calamitosa”

Página Siete.- ¿En qué está la industrialización de litio en el país, se ha estancado o está avanzando?

Primero hay que definir qué es industrializar. Industrializar es transformar materias primas en bienes intermedios o finales diferentes. Entonces, si analizamos la estrategia de industrialización de la GNRE, encontramos que sólo se está explotando los recursos evaporíticos. Se está hablando de una planta piloto de baterías, eso sí sería industrialización. Lo que ahora se hace es simple procesamiento de la materia prima.

Página Siete.- ¿Qué nos falta para industrializar?

Se ha venido dando una confusión en cuanto a qué debemos producir como país como punto de partida de la industrialización; si debemos apuntar al carbonato de litio o litio metálico. La confusión tiene que ver con el hecho de que en 1991, cuando la empresa Sony lanza por primera vez las baterías de litio al mercado, el compuesto básico para industrialización del litio pasa a ser el carbonato de litio. Pero, no se puede decir que el carbonato es un bien industrial, ni siquiera es un bien intermedio, es una materia prima refinada.

Página Siete.- ¿En este momento Bolivia en qué fase de industrialización está?

Estamos en una fase previa a la industrialización. El problema es que la industrialización en el país está enmarcada en los procesos clásicos de obtención de carbonato de litio que a estas alturas ya son precarias. Estamos hablando de tecnologías basadas en procesos de evaporación solar que tienen la desventaja de tomar mucho tiempo en el ciclo de producción; son varios meses en las condiciones óptimas –que sólo se dan en el salar de Atacama, que cuenta con las mayores tasas de evaporación solar de la tierra y donde no llueve–. Este tipo de tecnología no es apropiada para el Salar de Uyuni y el proyecto piloto tomó casi dos años en descubrir esto. En el salar las tasas de evaporación son muy bajas, llueve mucho.

Página Siete.- ¿O sea tomamos el camino equivocado?

Sí, por eso dije que Bolivia está intentando inventar la rueda en el tema del litio.

Página Siete.- ¿Y se sigue usando el mismo método o se lo ha cambiado?

Desde 2008 estamos en ello, es tiempo perdido en un mercado que crece y cambia mucho. No veo un viraje de timón y el mercado no espera.

Página Siete.- ¿Cuáles son las otras opciones?

He sido el primero en resaltar las investigaciones de un grupo de científicos coreanos de Kores-Posco que obtuvieron salmueras del Salar de Uyuni. Ellos descubrieron un conjunto de procesos que no usan evaporación solar. Esto les permitió avanzar rápidamente para obtener carbonato de litio y otros derivados sin el uso de piscinas de evaporación solar. Fue un gran avance. Lastimosamente, cuando hicieron conocer su investigación, el país estaba atravesando una huelga de 19 días en Potosí y no fueron tomados en cuenta. Transcurridos unos meses, me encontré con los responsables de la planta piloto en una conferencia de la CEPAL en Santiago de Chile. Allí comenté estos resultados y los funcionarios del Estado boliviano replicaron que mis comentarios estaban basados en investigaciones muy preliminares. Pasaron unos meses y nos enteramos que el Gobierno estaba abocado a suscribir un convenio con esta empresa coreana que realizó la investigación. El problema es que Kores-Posco ha patentado su método, le pertenece a ellos, no al Estado boliviano.

Página Siete.- Entonces, ¿fue buena esta contratación?

Su trabajo fue bueno, pero el Estado no fue capaz de negociar adecuadamente un acuerdo con los coreanos de manera que esas salmueras, entregadas gratuitamente, puedan ir acompañadas de un acuerdo para compartir los resultados de la investigación. Como digo, esos resultados están patentados sólo a su nombre.

Éste fue el origen de la discordia que no permitió que avance el contrato.

Página Siete.- ¿Y ahora en qué está este contrato?

En nada. Lo último que se ha sabido es que están negociando un nuevo acuerdo en el que no se hable de la producción de cátodos de litio sino de la instalación de un centro de investigación; lo que no tiene ningún sentido porque la investigación ya ha sido realizada y sus resultados ya han sido patentados. No hay mucho más que hacer.

Página Siete.- O sea que la industrialización no avanza.

El proceso de industrialización se encuentra en una situación bastante delicada, por no decir calamitosa. Se han invertido varios millones con casi ningún resultado. En Bolivia se cree que el mercado está estancado, pero hay una evolución muy interesante. El 45% de los automóviles híbridos convencionales usa baterías de litio y no ya de níquel, como era antes.

El problema es que estamos rezagados. Mientras Bolivia espera, el mercado no duerme. Incluso se puede hablar de la aparición de sustitutos que vienen de la mano del hidrógeno: ya hay pilas basadas en hidrógeno. El desarrollo de la industria de vehículos eléctricos es irreversible, pero podría darse que no se dé la era de vehículos eléctricos con baterías de litio como factor principal.

Bolivia ya tendría que estar en el mercado, hay que dar mejores señales. Somos el país con las mayores reservas identificadas de litio del mundo y hay que ser serios y preguntarnos si estamos posicionando en el mercado a Bolivia para hacer que se convierta en el verdadero centro energético del planeta. Tenemos todas las posibilidades, pero no estamos dando los pasos adecuados.

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