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Sobre los restos de lo que fuera una planta de volatilización de metales, en medio de fierros retorcidos y oxidados y rodeado del silencio rural de La Palca (Potosí), se erigió la Planta Piloto de Ensamblaje de Baterías de Ion Litio, que fue diseñada, construida y ahora implementada por técnicos de la empresa china LinYi Cake Trade Co. Ltda. que suministra todos los materiales, incluido el litio, para llevar adelante el proyecto.
La planta no está diseñada para ser una fábrica de baterías, informaron por separado sus responsables, los ingenieros Juana Olivares Berdeja y Víctor Ramírez Reguerín, quienes explicaron que se trata más bien de un centro de enseñanza y aprendizaje de 19 ingenieros bolivianos que se capacitan adquiriendo el conocimiento de cómo se fabrica una batería.
Para ese efecto se instaló una planta, 80% manual, de ensamblaje de dos tipos de baterías: la BL-4U y la batería para la E-bike, que es la que operó Evo Morales en su inauguración; pero ninguna de estas dos baterías se fabricará comercialmente en esta planta. Toda su producción es para pruebas y de formación de los 19 profesionales que deben capacitarse por seis meses aproximadamente.
Componentes
Las baterías tienen muchos componentes, pero la ingeniera Olivares explicó que los principales son: el cátodo, un ánodo, la membrana separadora, las pestañas conectoras, el BMS o Battery Management Sistem, el electrolito, los químicos y, finalmente, la carcasa.
LinYi Cake suministró todos los componentes porque en este momento Bolivia no cuenta con tecnología que permita fabricar los elementos , “de hecho ningún país tiene esa capacidad, incluso China debe importar la membrana separadora de Japón, que es el único país que cuenta con ese material y viene desarrollando su tecnología desde hace más de 20 años”, explicó la responsable de producción, ingeniera Olivares, y dijo que el país tiene proyectos para implementar parte de la cadena de productos, como el material catódico y el cobre para las pestañas; pero los otros materiales los tendrá que importar necesariamente.
La planta de La Palca está diseñada para procesar 1.000 celdas por día, pero con 50 hombres trabajando; en este momento la planta tiene 19 ingenieros y su producción es de 200 celdas, por tanto trabaja al 20% de su capacidad.
Sin visión comercial
La planta no está diseñada para fabricar baterías, las que ensamblan son utilizadas en el laboratorio del segundo piso en pruebas permanentes de resistencia; pero el objetivo principal es capacitar a los ingenieros que posteriormente serán los capacitadores de otros operadores que trabajarán en una eventual planta de fabricación de baterías.
Para que esta ensambladora opere con material boliviano, se requiere instalar una planta de carbonato de litio, que ya está instalada en Llipi en el Salar de Uyuni; pero el carbonato de litio, en realidad, es la materia prima para elaborar el “material catódico”, que es un material líquido que recubre el aluminio y que después de solidificarse se convierte en el cátodo que formará parte de la futura batería.
El Gobierno aún no instaló esta planta de procesamiento del carbonato de litio, además este “material catódico” debe tener el 99,5% de pureza y, hasta el momento, el material que se fabrica en Bolivia tiene una pureza del 99,2 por ciento y alcanzar la pureza requerida por estándares internacionales precisa de un largo trabajo que aún sigue en proceso, dijo Olivares.
El encargado de mantenimiento de la planta, ingeniero Víctor Ramírez Reguerín, afirmó que en un laboratorio de La Paz se alcanzó el porcentaje requerido para la elaboración de una batería, pero solo en laboratorio, ese trabajo ahora debe replicarse a nivel industrial, pero se requiere de tecnología para implementar una planta que procese y fabrique el material catódico que requieren en La Palca para las baterias.
Los inconvenientes
Según explicaron los expertos, la tecnología principalmente limita al país para elaborar baterías que sean competitivas en el mercado internacional porque las grandes empresas pueden elaborar millones de baterías al día con procesos totalmente automatizados, lo que reduce el costo de estos aparatos, lo que no ocurre en el caso boliviano.
Por esa razón el Gobierno trazó una estrategia diferente y es la de trabajar en una fábrica de baterías para vehículos y contenedores de energía y descartar las baterías para celulares u otro tipo de dispositivo porque sencillamente no existen los materiales ni la tecnología para competir con los asiáticos y porque consideran que el boom de los vehículos eléctricos será en 2020.
Las condiciones
Cualquier profesional que requiera trabajar en la planta debe tener una condición que es la limitante de muchos casos, el idioma; Olivares explicó que unos 100 ingenieros y técnicos superiores acudieron a la convocatoria nacional, pero que los 10 técnicos chinos que llegaron como parte del convenio con la empresa no hablaban castellano y algunos ni siquiera inglés, por tanto se requirió de traductores; de igual modo los manuales que entrega la empresa de toda la maquinaria está en inglés, lo que limitó la participación de los profesionales bolivianos.
La planta tiene un equipo multidisciplinario de ingenieros mecánicos, industriales, químicos, electrónicos, eléctricos e ingenieros de producción de procesos y que por el momento trabajan en jornadas que se inician a las 06:00 hasta las 15:00 y todos los profesionales son del occidente del país, revelaron los propios
Detalles
Clima
Las condiciones climáticas de La Palca son ideales para el funcionamiento de la planta y el ensamblaje de baterías.
Diseño
La planta debería trabajar con 50 personas, pero en este momento solo hay 19 técnicos y falta personal.
Costos
La producción de una batería china puede costar entre 10 a 15 bolivianos, cifra inalcanzable para Bolivia.
Litio inestable
La importación de litio para baterías de alta capacidad es considerada peligrosa y se endurecerá las medidas.
LOS POBLADORES QUIEREN BENEFICIOS
Para los pobladores de La Palca, donde se erige la planta de ensamblaje de baterías, su funcionamiento no es trascendente porque a ellos no les beneficia en nada. Doña Segundina Magne, una antigua minera de 65 años, no tendrá beneficios “porque se están contratando a puros masistas” y dijo que en el poblado se hablaba de que serían contratados los pobladores con prioridad, pero que al final no emplearon a nadie.
La planta se encuentra a 19 kilómetros de la ciudad de Potosí y el único acceso es el bus que transporta a los técnicos todos los días, los taxis cobran entre 50 y 70 bolivianos al lugar y no hay transporte público.
CIFRAS
3,7
Millones de dólares
Es el monto que hasta el momento se gastó en la implementación de la planta ensambladora de baterías.
3.500
Bolivianos
Es el salario básico que reciben los profesionales que se capacitan en La Palca.
ENTREVISTA
“No es un paso fácil el que dimos para industrializar”
Felix Gonzales / Gobernador Del Departamento de Potosí
Marco Chuquimia - El Deber
Sorprendido y esperanzado, así luce el Gobernador de Potosí al explicar la visión industrializadora del departamento. El litio, dice, nos coloca como la primera potencia del mundo en estas reservas.
¿Cómo asume, como Gobernador, este desafío de industrializar la producción de baterías?
Creo que es un paso fundamental en el tema de la industrialización de nuestros recursos naturales porque esto va a permitir que en esta primera etapa, la ensambladora y luego con la producción de litio en el salar, podamos fabricar baterías con nuestra propia materia prima, por eso significa un paso importante para el departamento dentro de la industrializacion, creo que es la primera vez que se da este tipo de proyecto para la región y nosotros, claro, tenemos que apoyar desde esta situación con pequeñas contrapartes y facilidades para la implementación de la planta.
¿Hasta qué punto se puede pensar en industrialización cuando en este momento la planta es un centro de aprendizaje de los profesionales bolivianos y, además, la planta no está diseñada para ser una fábrica de baterías?
En esto no quiero dar los datos precisos porque puede haber algún problema en la implementación de una fábrica, pero el hecho de que se esté ensamblando y que nuestros técnicos estén aprendiendo ya es un gran paso y el trabajo de los técnicos bolivianos es importante porque en este momento no tenemos personal boliviano capacitado para elaborar baterías y por eso ese aprendizaje, en el futuro, será capital, porque el próximo paso es que con nuestra propia materia prima estemos trabajando y fabricando las baterías de Ion Litio.
¿Ese próximo paso para cuándo está previsto?
Por eso, prefiero no dar detalles porque siempre es usado de manera política, esperemos que no tardará mucho el segundo paso y que en el transcurso de esta gestión se consolide la fábrica.
Necesitan una planta de carbonato y una planta que procese el carbonato, ¿cómo están viendo estos dos problemas de materia prima?
La planta de carbonato de litio ya funciona en Llipi, en el salar, y la otra planta tiene que consolidarse a través del Viceministerio de recursos evaporíticos, con los que estamos trabajando ahora
PARA SABER
Emsamblar las baterías requiere de una docena de pasos
Empiezan como láminas y terminan en bloques. Los sellos de “made in Bolivia” fueron hechos en China y son calcomanías que se pegan en las baterías de prueba, nada es para vender en los mercados.
1 Las láminas de aluminio y cobre que luego de ser envueltas serán el inicio de la futura batería de Ion Litio en la planta de La Palca.
2 La lámina de níquel que es trabajada en una prensa calibrada especialmente para darle el tamaño a la batería BL-4U para teléfono comercial.
3 Las cámaras al vacío, donde se extrae todo vestigio de polvo o humedad a las baterías y donde se coloca el electrolito que es el único líquido en este trabajo.
4 La batería casi acabada, luego de pasar ocho procesos de control de calidad y armado manual de 19 ingenieros que trabajan en la planta.
5 Uno de los técnicos termina de ensamblar la batería para luego colocar el adhesivos de “made in Bolivia” que solo figura como parte del terminado de todo el proceso.
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