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El responsable de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE) de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Alberto Echazú, reconoció que el proyecto de industrialización del litio tiene un atraso de un año y medio a dos años, aunque considera que ello es normal.
El funcionario adelantó que en los próximos días se iniciarán las negociaciones con una empresa holandesa que ha expresado su interés para realizar una asociación para la industrialización de las baterías de litio. Este hecho se dio en el marco de un convenio marco que firmó el país y el Reino de los Países Bajos.
“Estamos esperando iniciar negociaciones con una empresa para luego (conformar) una asociación para hacer una planta (con) Holanda principalmente, Corea (del Sur) en cátodos (y) estamos esperando una respuesta para la firma de un contrato no comercial para cátodos con Corea”, puntualizó Echazú.
DEMORA
La autoridad atribuyó este retraso a causa de la incompetencia, la falta de visión y el privatismo de los gobiernos anteriores porque se hubiera partido desde la década del 80 o del 90, pero se inició con la gestión del presidente Evo Morales, en 2009. “En cuanto a la producción de sales básicas estamos atrasados porque recién estamos empezando”, señaló Echazú y precisó que se publicó la convocatoria de expresiones de interés para la construcción de la planta industrial de sales de potasio y el diseño final para la construcción de la planta de carbonato de litio, cuyas respuestas se esperarán hasta septiembre.
PLANTA PILOTO
El Gobierno inauguró el 18 de febrero la planta piloto ensambladora de baterías de ión de litio que está ubicada en La Palca, Potosí, sobre una superficie de 1.600 metros cuadrados, la cual tiene una capacidad de 1.200 amperios horas y tiene una inversión $us 2,9 millones. Además la adecuación de su infraestructura demandó de otros $us 715.000 que derivó en un costo definitivo de $us 3,7 millones.
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