El gobierno de Evo Morales y la empresa hindú Jindal Steel and Power no pudieron en casi 9 año poner en marcha el proyecto de explotación de uno de los mayores yacimiento de hierro del mundo.
A criterio del Vicepresidente, la empresa extranjera es culpable de la postergación porque nunca tuvo la intención de invertir y desarrollar el proyecto en el sudeste boliviano.
"La industria del Mutún ya no va ser de extranjeros. La industria del acero en el Mutún va ser una empresa estatal boliviana. Vamos a comprar tecnología extranjera pero la empresa va ser enteramente de los bolivianos", dijo García Linera durante un acto de entrega de un puente vehicular en la población fronteriza de Puerto Suárez.
De acuerdo a los cálculos de la autoridad, la primera fase del proyecto tendría un costo de 450 millones de dólares y garantizaría la producción de barrillas de acero y hierro esponja.
Asimismo, recordó que se necesitan cerca de 500 millones de dólares para la construcción de la línea férrea hacia Puerto Busch para que se pueda exportar la producción de la acería hacia el Atlántico.
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